miércoles, 14 de octubre de 2020

 

    jorge garcía

Viaje interminable (86)



 

Te nombro y es seda, pero una seda silenciosa, como si no te hubiese nombrado

y el eco viniese de vuelta de un remoto lugar no habitable y no habitado.

Me dicen los azules pájaros inalcanzables

que tenían piel los sueños por los que volabas.

Ahora es silencio de mar

rumor de silencio,

como si condena las olas no encontrasen dónde posarse.

Es de abejas la miel de la brisa y resbala como desnudez,

se hace lluvia dulce el aire,

roce de la noche en latidos de labios.

Surgen carnales los versos

como pétalos de luz,

el instante es un poema inacabado

del libro inacabado de la vida.

Irte se llama tristeza

 

Y el verso se hizo carne y nos habitó

 


quintín alonso méndez

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