Las ventanas cerradas del cuerpo
Es la luna llena más luna en el frío
del abandono
en la redondez pura por donde se
destila la serenada
abajo sobre la efervescencia del
suelo
resbalan inmóviles perlas
transparentes en las hojas
es luz fría que se azulea como el
filo de la espada
esta ave nocturna tiene alas que
rasgan la fina tela del aire
apoyado en la baranda oscura de la
noche
mis ojos se pierden en los recuerdos
que naufragan en la costa
algas en los ojos
las hilachas de lo viejo
¡hace tanto tiempo me acercaba aquí a
buscar una invisible sonrisa
que me acompañara!
Nunca vino nadie o yo nunca estuve
¡eran tan lejanas las olas que hoy desbaratan
la orilla!
entonces solo me supe solo y solo
caminando por los versos
llevo mis años sin más peso que el
desalojo
la renuncia me renunció se fue el
camino por otras veredas
me quedé en el frío más frío del
abandono
anclado en las raíces de la tristeza
vieja amiga que no me dejará solo
aquí sentados vemos cómo se alejan
las distancias
es la luna llena más luna en las
soledades del abandono
Quintín Alonso Méndez
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