domingo, 21 de abril de 2024

 



Tiempo70




La herida que roe desde los cimientos y va minando las fuerzas, abriendo tristezas de no verte, apenas es una mota de polvo manchada de sangre ante las heridas del mundo. Me fortalezco en los sueños, lugar de mis paseos diarios. Llegaste invadiendo mis arenales desiertos, sin caracolas ni puertos, mis surcos secos, mis bosques sin árboles, mis mareas sin océanos, tú no lo sabes, es cierto, pero sí tus ojos, sí tu mirada venida de los almendros y de la brisa azulenca de las olas entre las rocas negras, cuando me ven solitario en lo alto del silencio, mirándote

quintín alonso méndez

 


miércoles, 17 de abril de 2024

 

Tiempo69



A duras penas, renqueante, me asomo a la terraza del domingo,

tiene la misma suavidad, la misma seda su luz,

de aquellos domingos en que, pobre, con ilusión adolescente,

bajaba a verte. Era el instante del prodigio: tenían alas mis años.

Con la inocencia del deseo más puro, más indecente,

te entregaba versos robados a los sueños. Tu nobleza los recogía.

A duras penas me siento en la terraza del domingo, 14 de abril de 2024,

donde siempre soñé te sentaras conmigo a ver pasar las gaviotas,

a destrenzarle las vestiduras a los miedos, a descubrir

la desnudez de tus besos, de tu alma, de tu cuerpo. Vivir el sueño.

Mis ojos se hunden en esta luz de seda, deseándote las más bellas primaveras


quintín alonso méndez

sábado, 13 de abril de 2024

 

Tiempo68



La vida te va a doler, pero por muy escasas que sean, saborea con deleite y sabiendo de su finitud, cada gota de miel que gotee por las grietas del camino. Detén el tiempo en esos instantes irrepetibles, guarécelos de los temporales, y hazlos caudal para la sed interminable del viaje que será inacabado. Así como en el diario del poema, pinceladas de brisa venidas del océano me traen aromas de donde tus abejas

quintín alonso méndez

 


martes, 9 de abril de 2024

 

Tiempo67



Sencillas las palabras, sencillos los versos, sencillo el poema.

Sencillo el diario de tapas viejas, tiene mis años, los incontables,

los que se arraigaron y me brotaron dentro y se hicieron viejos,

por cosas de los temporales se llevaron los árboles, los frutos de los besos,

aquí, escuálido, sin apenas hojas, sujetándose a las ramas secas, permanece.

Espera el verso, el rayo verde del verso que lo ilumine de presencias.

Nada más bello, nada más cierto que lo que fue presente. Nada más desierto.

Sencillez de las palabras tejen el verso, lentamente crean la telaraña del poema,

telaraña a la inversa, no aprisiona las alas, las libera, eterniza los momentos.

Palabras que se abren en pétalos, adormecen las tristezas, las enmudecen,

con las uñas rotas, desangrándose las ramas secas de las manos,

los dedos, heridos por las astillas de los sueños muertos, escarban incansables,

crean la grieta por donde la luz asoma y me deja verte

quintín alonso méndez

 


viernes, 5 de abril de 2024

 

Tiempo66



No duerme la voz callada, te mira.

Te recorre como descubrimiento,

palabras mudas en rumor de marea quieren llegarte como brisa

deslizándose por la delicada nuca que desnuda me mira,

como briznas del fuego atraídas por el temblor de la humedad.

No duerme la voz callada, insomne busca la voz de tus aguas,

donde el sol y la luna se abrazan, donde rumoroso gime el rumor,

fiebre de las palabras silenciosas palpitan mirándote en el sueño

o en esta verdad,

donde sensualidad de los versos recorriéndote

 

quintín alonso méndez


lunes, 1 de abril de 2024

 

Tiempo65




Sobre la mesa, el pan alumbra como una vela en noche oscura. Al lado, el diario del poema, en el que se refleja la lumbre de la oscuridad, un ratón royendo en un pedazo de queso duro. La respiración de unas manos huesudas, pálidas como la cera debido a la luz de la luna que entra por la ventana, abriendo el diario. Nadie más. Sombras fantasmales deslizándose por las páginas, bendiciendo las palabras una a una, dándoles el soplo del vuelo, la fortuna de la suerte en este mundo donde el aire, la tierra, los mares, envenenados. Diario del poema que querrá llegar a ti, ingenuo como infancia, para que lo resguardes y lo salves en tus vuelos, caminos y navegaciones por el mundo


quintín alonso méndez


miércoles, 27 de marzo de 2024

 

Tiempo64



La primera vez que vi el mar, ya de antes me había llegado el terciopelo con sabor a salitre de su rumor, y no me asustó, al contrario, nada más familiar, más mío, su arrorró de arrullo,

porque yo venía del mar de mi madre y por vez primera me encontraba con la madre de mi mar.

Ya nos conocíamos de antiguo, aunque nos quedásemos embelesados mirándonos:

el cordón umbilical nos había tenido unidos para evitar el naufragio,

y desde entonces, roto el cordón umbilical, soy náufrago en mis dos mares,

misma sensación de soledad ante la luz del mundo, desprendido del origen


quintín alonso méndez