Las ventanas cerradas del cuerpo
Le perdí el rumbo a las medidas desde
que nací
lo que los años jóvenes llamaban cercanías
ahora la vejez le dice distancias
¿qué fue del soñador que soñaba
caminando solo por la costa?
hace tiempo que le perdí la pista ¿en
qué tristeza se quedó varado?
cada día se hace más duro caminar
solo
los sueños tenían rumores que me acompañaban
y me sostenían en la noche
ahora la compañía es la dureza fría y
seca del bastón
la niebla en los ojos la vacía
soledad en las manos
a veces un recuerdo se detiene
y me mira antes de seguir su camino
y perderse en la neblina del
olvido
algunas tardes veo algunos por ahí por
los muros con los gatos
se caen en la noche y se pierden
yo les sigo los pasos perdiéndome en
la noche
Quintín Alonso Méndez
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