Las ventanas cerradas del cuerpo
Aunque
escriba, hace años dejé de escribir
podría decir
el momento exacto en que se cortó
el gran
conducto de las palabras
cuándo se
produjo el chasquido de la luz al apagarse
podría decir
el día el siglo el mes el año el instante
el color prístino
que tiene lo irremediable
desde
entonces
las ventanas
aunque abiertas permanecen cerradas
¡es tan
transparente el espacio que deja la vida cuando se va!
dejé de
escribir las historias que pensaban visitarme
sentarse
conmigo mientras duraran los desgarros
innecesaria
más tristeza
más círculos
sin esperanza
vueltas y
más vueltas del futuro esperando la ola precisa
que me
pusiera en la proa de la roca
la luna
exacta que rasgara la piel de las cárceles
ahora
escribo lo que debí escribir al principio
en el primer
gesto de la luz
cuando nacer
ya era ir a la muerte
aunque no lo
escriba
Quintín Alonso Méndez
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