Las ventanas cerradas del cuerpo
Un atardecer
de mandarinas
árboles
frutales
en la boca
del mar
ancha boca
que engulle la barca del pescador
y escupe espuma
ensangrentada
surtidor de
la herida causada por el arpón
hundido en
el lomo del agua
son granadas
las frutas rotas en la orilla náufraga
que se aleja
por el horizonte
Quintín Alonso Méndez
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