Canto LCVI
Estás leyendo dentro de la niebla de un sueño lo que ahora te
escribo indefenso bajo la crueldad del sol ahora que la tristeza crece con la
marea y la marea se desvanece en orillas huérfanas desde donde estés mírame y
ya todo es dulzura hasta la sal del beso ausente la soledad de la orilla acoge el
rumor del silencio habla en voz baja adormece es soplo ligero hebras de la
serenada que acarician los pétalos del aire los dolores son solo pequeñas
piedras en la arena que lamen delicadas las sensuales olas desnudas así es tu
mirada mírame desde donde estés y así el instante de la escritura que brota
para ti para tus manos perfectas para tus labios es dulzura hasta la sal del
beso no depositado es dulzura miel de las lágrimas me estás leyendo dentro de
la niebla así es la oquedad de la caracola el gemido de la yerba la quietud del
viento que manso se aleja tú también ves barcas en la bahía un gajo de luna en
cada barca un imperceptible aleteo de los dedos desnudando la nuca así es el
instante de todos los instantes esta escritura que se inventa alas y se inventa
que vuela hacia ti hacia tus manos perfectas tu mirada de agua de océanos por
los que navego mírame desde donde estés haz que sea la verdad del verso la
carne de esta soledad etérea el canto del quererte
no voy al cobijo voy a la hoguera
al mar donde arden los besos
quintín alonso méndez
No hay comentarios:
Publicar un comentario