La piel del verso
¿Por qué no me viene ese verso
estratégico que quiero poner en tus bocas?
¿por qué no surgen las palabras que
en lo más adentro me consumen
en la hoguera del deseo
y que entrelazadas en trenzas de
algas ansío posar en tu sexo?
¿por qué se hacen invisibles inmateriales
y no relucen y toman la forma de la seda
que rocen la desnudez rotunda de tu
cuerpo y te seduzcan?
¿por qué no encuentro lo que los
dioses llaman el néctar del destino
para con él untar cada palabra cada
silencio que te envío?
Cada palabra con su silencio
encadenado a la condena de la distancia
cada silencio con su palabra huérfana
aislada rota hundida en la piel del verso
Muevo el árbol de los vientos
que caigan todas las frutas en tus
labios voladores
Agito las sombras de la noche /que
parpadeen sobre tus párpados
las gotas de luz que desprenden las
estrellas
Sostengo en la mano la vestidura de
una costa
con perfiles de nostalgias surcando
las olas de tus trémulas caderas
¿por qué no me viene el verso /ese
verso que ha de atarte a la eternidad del universo?
Quintín Alonso Méndez
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