La piel del verso
Las alas de las sombras persiguen los
sueños
dispuestas al desgarro
después de la lluvia con el desperezo
del sol
es el baile de la brisa con la
transparencia de la luz
esferas de plata que cuelgan de los
dedos de las ramas
libélulas que se desprenden de la boca
de la noche
y muerden en la soledad de los labios
sombras de alas arañando en las
paredes de la piel
en la tristeza de la casa en
penumbras
alas que se abastecen de vuelos
solitarios
del plúmbeo temblor que se alimenta
de las tristezas
de los crímenes cometidos por el
miedo
implacables
sombrías alas
atentas a la captura de lo más débil
de lo más noble
acaso de lo que no tiene futuro
Quintín Alonso Méndez
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