Escriturasfugaces
Tendida de lado desnuda
hacia el lado de la ventana que da al mar
bella como un ala de
mármol
las sábanas que cuelgan
en pliegues de jardines de plata
la cabellera extendida
en la almohada
hilos de seda tejidos
por la brisa nocturna
del polvo de la piedra
de luna
única la mujer ella dormida
ahí detiene el río
náufrago del tiempo
respira con la quietud
del pájaro de la medianoche
le brillan como
diamantes las flores blancas de sus delgados dedos
posados en el pezón que
amamanta las estrellas
la duna de la cadera es
de la más fina arena de la miel del deseo
la espalda de la lisa
roca extraída del fondo marino
por los roces de los
suspiros aleteos de libélulas acuáticas
los muslos de la
ternura del temblor esa calidez que desbarata
ella la mujer única
desnuda duerme tendida de lado
del lado que da a la
ventana
como ala de mármol
es la convexa forma que
se acopla exacta a la concavidad del sueño
mirarla así es robarle
eternidad al universo
y se irá pronto porque
son alados los labios de los besos
pero aquí se queda
desnuda bella única madre de la sed del agua
como un ala de mármol
en el verso
y se queda aquí como se
queda ese vacío inmenso cuando voló la vida
atada al hueco infinito
eterno mineral de la almohada
hebras de piedra de
luna entran por la ventana
gime el desconsuelo
recordarla así es
robarle eternidad al universo
que se quedará aquí en
el verso inmortal ella única tú la mujer
desnuda
Quintín Alonso Méndez
Hola,
ResponderEliminarBello. Muy bello. Olas...