Canto Último
Canto LXXIX
Una sola palabra tuya, venida desde el silencio más lejano,
desde la distancia más cierta y desde el latido de saberte, ya le pone musa y
papel a mis intentos de estar, de entrelazar palabras y escribirlas. No importa
que sea con el silencio, no importa que sea solo una pincelada amable, un gesto
del aire, un fugaz revoloteo. Veo promesas de junglas en la yerba, de océanos
en los charcos. No importa lo cierto, la realidad de las cosas, mi mente
siempre ha navegado por otros mundos. Las distancias no molestan, son las
inventoras de los espacios. Me alimenta la no materia de las formas, lo
ilusorio de la silueta dentro del espejismo, los contornos mágicos de tu universo.
El destino juega a los enamoramientos y juega a los descarriles. ¿Existió la
primera vez que supe de ti, o ya estabas ahí, como origen del todo? ¿Qué parte
de mí te esperaba, la ya vencida? ¿No te he dicho que cuando siento tu mirada
me duele lo infinito, lo de más adentro, lo que se sabe la plenitud, la materia
de lo inalcanzable?, esa íntima ternura que nunca tuvo nido. Ahora siento tu
mirada, y quizás solo sea un recuerdo que me encontré en alguna parte, y que
débil en su nostalgia vino a posarse en lo más vacío de mis manos. Te nombro en
voz alta, alejo al viento, invento la lluvia de tu rostro, trenzo remolinos de
brisa para tus labios, pongo edenes en tus sueños, camino pensándote, viene
entonces mansa con aires de música en sus brazos abiertos la marea, se aproxima
a mis costas resecas de musgo viejo, desnuda se expande por entre las rocas, ¡ah,
tu sonrisa que brillosa inunda mis playas desiertas, llenándolas de caracolas! Todo
pasa lejos a mi lado. No es tristeza, así es el día sin ti, donde los planetas
de mi mundo vagan errantes, fuera de sus órbitas, sonámbulos, perdidos en
selvas oscuras de naturalezas muertas. No importa mi vértigo en espiral hacia
la nada. Entretanto, viendo la redondez dorada del sol, amortiguada su fuerza
de lava por la sábana grisácea de la calima, dejándose desnudar por el
horizonte que la acoge y la envuelve, te escribo mis cantos, sin tristeza, los
días sin ti son así
quintín alonso méndez
Muy hermoso,....muchos recuerdos y nostalgia
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