La piel del verso
Íbamos a cambiar el mundo y lo
cambiamos
descueramos al miedo y dejamos sus
carnes al sol
jugosas en su desnudez sangrante
secándose en los filtros del salitre
por aquel entonces le colgamos al
mundo un letrero en la frente
con el nombre secreto del destino
pero el viento ya venía cambiado
por bondad con las ruinas se atuvo a
detenerse
lo que dura ese cansancio de la
piedra al suelo
Con el paso de los años
la gente va descubriendo lo que he
sido siempre
un viejo
solo en la vejez me reconocen los que
pasan a mi lado
como a diario se pasa ante el mismo
árbol
ante los mismos aledaños del
solitario paisaje
fui ese niño que nació envejecido
y que con el paso del tiempo
ah la etapa tardía de lo que no viene
al querer despojarse de las pieles
del miedo
le dispararon flecha de hierro al
centro del letrero
en plena frente
donde estaba escrita la palabra
cierta
Quintín Alonso Méndez
Este es muy bueno.
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