martes, 11 de octubre de 2016


La piel del verso

Se clava la luz de las seis de la tarde
de octubre
donde se empiezan a ver cenizas con las primera canas
de la nostalgia
agujas de la espiga más seca caen del sol
clavan la luz en la tristeza de los ojos
la clavan como espadas hundiéndose en la derrota
en la más hundida mirada que mira hacia dentro
hacia la hojarasca que cubre las desalojadas nadas
luz de las seis de la tarde
de octubre
que hiere como un dolor en las hebras de la memoria
esa hora
en que todos temen oír el grito del silencio desgarrado
entonces desandan el camino y se ponen sobre las cabezas
sábanas de niños jugando en la plaza
ven menudas estrellas en las alas de las mariposas
una muchacha caminando sola como si realmente estuviera sola
como si fuera verdad que en octubre
a las seis de la tarde
se acercaran las sirenas a la costa
con un nombre de sangre pintado en los labios
¡ah detenido octubre
a las seis de la tarde!
hora en que escribo sobre la piel de un azul
pálidamente incendiándose
¡ah los lilas que despedazan la calma!


Quintín Alonso Méndez



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