Hoy, 16 enero 20.00 horas
«El edén de Salomé»
En lo que se hunde el año, la araña
negra de la vida
va tejiendo su invisible tela espesa,
donde caerá, atrapado, lo más frágil,
todo aquello que en su delicadeza no
sepa alejarse
de la palabra vencida, del derrumbe
de los sueños,
es mirar por la ventana y es ver lo
que se aproxima
por la línea del tiempo, nubarrones
de lluvia gruesa,
cestos de mimbre vacíos rodando por
las laderas,
ventoleras de silencios que apenas si
moverán el aire,
también se acerca lo que nunca podrá
irse,
todo lo efímero,
desde una noche sin dueño
a un roce por debajo de la mesa,
desde la alta mirada en la frente
al más inexperto de los besos
es mirar por la ventana
por donde siempre ha sido el regreso
en lo que se hunde el año
el sendero se pierde en la negrura
que baja y baja bajo mis pies
y se hunde hundiéndome
en la oscuridad oscura
como la boca más oscura de la
lejanía,
sendero resbaladizo por donde
resbalan vencidos
aquellos sueños, aquellas alas,
aquellas débiles alas
de insectos huérfanos que apenas si
nacieron,
sin tiempo para aprender a mirar, a
sentir el peso de la luz,
manos y labios y dientes se aferran
a la raíces más cercanas y más
profundas,
la mirada no deja de bucear en las
entrañas del tiempo,
aún con la sed que quiere gritar
esperanzas,
pero las fuerzas son escasas,
desfallecen
y van abandonándose al destino del
abandono
(del «Edén de Salomé»
Guapo
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