Ateneo La Laguna Viernes 16 de enero a las 20.00 h.
Suele suceder que la duda no es miedo
sino certidumbre del fracaso.
La insistencia rompe la roca
pero la duda se mata sola,
se vuelve al pasado,
es roca seducida.
El árbol solitario es triste y solitario muere
porque no puede sostener abandonado
todas las ramas del tiempo
(del «Edén de Salomé»)
Cuando no se tiene nada, el asomo del todo te ciega.
Metido en la celda oscura, sólo se ve más oscuridad dentro de
la oscuridad.
Salir al patio sin gorriones se agradece, ya se sabe que los
pájaros son libres.
Y el patio es entonces una ventana amplia en el suelo, que
oculta el abismo,
crecen algunas yerbas entre las grietas del desgastado
cemento,
ahí hasta el alma es frágil, se deja llevar por la melancolía
de las tardes que nunca fueron o que fueron en otra parte.
¿El crimen?, la voluntad del abandono, la fe en el infierno.
Me dice el cuervo renco que la risa siempre estuvo, lo creo,
¡hasta en el dolor más mayor, la risa venía a la cama y
besaba la frente!
Así me decían que era el mundo, así ha de ser, abierto como
un sol,
ahora que se cubre el cielo de nubes nostálgicas, quietas.
He perdido otro diente, mordiendo en el agua de la noche.
Entre la puerta de la celda y el patio, hay un pasillo que
dicen lleva a la eternidad
(del «Edén de Salomé»)
No hay comentarios:
Publicar un comentario