De «Últimas notas»
Hasta siempre
En el cementerio de mi vida –vamos a
llamarla así, a esta correría desmesurada
del tiempo a ninguna parte-, se me
amontonan los muertos.
Acaba de irse un gran hombre.
Él fue quien trajo a casa mi primer
grito desnudo,
«ha muerto», dijo su voz rota. Ha
llovido y siempre estuvo.
Sin decir nada siempre estuvo. Me
contó historias.
Me acercó lo que no tuve, hizo que me
volvieran recuerdos
y supiera amamantarlos y guarecerlos.
Siempre el humor ojos afuera.
Me enseñó que las penas se tragan a solas.
La vida está llena de escasos momentos
dulcemente asombrosos
y de innumerables momentos de dolor.
En ambos casos sobran las palabras.
Acaba de irse un gran hombre
Quintín Alonso Méndez
Más dolor que alegría, hay en esta vida.
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