¿Cuándo fue la muerte?
Cuando el silencio apagó la luz, era
a inicios de septiembre,
también se apagaron los labios,
cerrándose, quitándole la voz a las palabras,
una certeza seca, de lágrima de
piedra, cayó a la nada honda y oscura.
Desde entonces, una libélula viene a
diario, oscuramente azul,
el primer día llegó a rozarme el
rostro, le vi los oscuros ojos,
sus alas de metal transparente, la fija
estancia del instante, aérea,
ahora pasa cada día, con su vuelo oscuro
sutilmente silencioso,
pasa y se hunde en la oscura noche del
día. No sé qué intenta decirme,
no sé de lenguas ni de signos que rasgan
el aire, no me sé los idiomas del Universo.
No sé si los pensamientos vuelan, pero
hay pensamientos que vuelan para no volver.
Estoy muerto, ¿pero cuándo fue la muerte,
me conociste muerto?
¿Con quién hablo, alguien me escuchó alguna
vez,
se puede hablar después de muerto, en
el vuelo de la muerte?
Es sequedad la puerta cerrada de la boca,
es seco el paisaje de la tristeza,
es un seco delirio de fiebres secas secándose
al sol.
Hay pensamientos que vuelan para no volver,
eso me dice la libélula
hundiéndose en la oscura noche del día.
Eso es la muerte.
¿Con quién hablo, alguien me escuchó alguna
vez? El eco viene del vacío
Foto: Jorge García
Quintín Alonso Méndez
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