Viaje interminable 097
Hoy estoy en la placidez de no conocerme, de no saberme,
no le hago caso a la pregunta de quién soy, simplemente me
abandono,
dejo que el pensamiento se risque por sus negruras, me quedo
aquí,
placidez de clima interminable, se hace noche y lo plácido
sobrevive,
me lleva al lecho donde el sueño de soñarte me espera,
plácida lumbre
abriga el frío de la nada, nada más dulce que la dulzura de
no estar en nadie,
donde aquí a solas la lumbre alumbra, nadie lo sabe, no lo
sabrá nadie.
Solo quedará un poema errante que irá languideciendo,
así como nosotros, que nunca nos quisimos
y siempre nos amamos. No hay tiempo para las abundancias,
aquí, donde abundan solitarias las flores del abundante desearte
quintín alonso méndez
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