jorge garcía
Viaje interminable 098
El clima de hoy, 8 de abril del 22 del después de la vieja
vida,
me anuncia
el inicio de la primavera, ¡qué suavidad amaneciendo,
qué limpia
la bóveda del abismo yéndose a las imposibles alturas!,
lo
comprobaron mis despobladas carnes,
no existía
el frío al levantarme, adiós musarañas, adiós huesos ateridos,
hasta pronto,
hasta la pronta renuncia de la calidez revolucionaria,
pero ahora hete
aquí, en primavera alzada de velas desplegadas,
de florales aromas
rejuvenecidos en la naturaleza virgen de las utopías,
como si la ventolera
brisa al fin hubiese acudido a la llamada de la llama
y se hubiese
hecho, aun efímera, apacible cálida estancia,
no importa
permanezca la distancia que separa, el espacio que desaloja,
¡pero ah, la
suavidad del clima, la pereza de las nostalgias!,
luna de la
tarde persiguiendo al sol, lujuria azul de la luz,
¡cómo de
dulce el amargor azul, que entibia y adormece las tristezas!,
llevándolas
al grado de lo que ausente estuvo
y ausente no
volverá,
donde solo
el presente te espera, ¡ah, al fin de vuelta, efímera primavera!
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