Vuelo interminable 022
Camina la noche descalza,
lleva un rumor de Venus al otro lado de las manos,
sobre un mórbido horizonte sostenido en el océano,
la vela titila como un velero, se respira silencio de
salitre,
música en la costa tropieza con los charcos, se desguaza.
Ah, fueses la onda de una marea interminable,
la memoria de un deseo, fueses la orilla donde mi sed se
acama,
fueses la mineral aura de la roca recibiendo el embate de la
ola,
ah, fueses materia, la sonrisa en miel de la entrega,
todo esto que eres esparciéndose en el poema,
quintín alonso méndez
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