Viaje interminable 028
Caminando por la calle empedrada,
como sobre yerba en resbaladiza humedad,
mi pensamiento te buscaba con la mirada.
Era la piedra silenciosa,
esa misma piedra por donde tus ojos han navegado
y tus manos se han ido en vuelos de imaginadas caricias.
El frescor de la brisa atrae como flamígera llama,
y de vuelta a casa, el salitre es dulzura,
pienso en los labios de agua
quintín alonso méndez
No hay comentarios:
Publicar un comentario