Viaje interminable 024
No sé ir más allá del aquí nocturno,
donde mariposas nocturnas a plena luz del día
resbalan y se enredan, como trigales en el aire húmedo,
y descienden con la lentitud de la fugaz visión hipnotizada
por las lisas paredes de lava y miel del desnudo cuello de la
tarde,
¡ah, la nuca desnuda, ah, la visión desnuda!,
se hunden en lo íntimo de lo oculto, más allá del aquí
nocturno,
hondura del sueño vuelan libres y seductoras en tus arenales,
abajo, en la agitada costa oscura,
donde gimientes el musgo y las olas resbalan y se enredan.
Más allá del aquí nocturno, ¡ah, forma carnal de la esencia
desnuda!
quintín alonso méndez
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