jorge garcía
Viaje interminable (91)
Rebulle el mar en busca de palabras dispuestas al desembarco,
con un asombro de piel de cactus, de cardones, de pencas, de
piteras,
aura de la caricia primera, cayendo dátiles de la tristeza de
la palmera,
como un asombro porque de entre tantos muertos me
encontraste,
y ahora aquí estoy con un asombro inútil de encontrarme con
la vida
después de la muerte.
Rebulle el mar rescatando las palabras que no me dijiste
y que me muerden como calvarios.
Porque quizás me las dijiste y ya no recuerdo dónde fue el
naufragio,
qué naufragio de los diarios naufragios, en qué lugar del
desierto.
Ahora adormece madurándose, en una quietud de presagios,
un racimos de frutas violáceas que me dejaste en alguna parte,
o como dicen los genios que religiosamente destrozan el mundo,
el sueño se va cayendo como si fuese el motivo del cansancio
o el propósito de lo último.
Rebullen dentro del mar las palabras que buscan el aire,
anuncio del vuelo
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