jorge garcía
Viaje interminable (90)
No hay gaviotas, no hay paisajes,
no hay mimbres para tejer nidos,
no hay caudales acariciando caderas por los valles,
no hay laureles donde nos dé la sombra,
no hay acantilados deshaciéndose en salitre,
no hay pardelas, no hay una luna azulándose,
no hay brisa de abejas, no hay melocotones en la yerba,
no hay silencios como rumores, no hay nada,
acaso no hay nada, solo el Cosmos,
donde solo tú y yo
Necesito la materia para habitarme y habitar el mundo
y en el mundo habitar y habitarme,
palpar los latidos, respirar sus esencias.
Por eso el verso
quintín alonso méndez
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