Viaje interminable (92)
Para escribirte un poema de amor he de recurrir a las
milenarias antigüedades
de mis cementerios, escarbar muy adentro, muy debajo de la
palidez del mármol,
más, más debajo de adonde habitan los gusanos, y estremecerme
si alcanzase el agua.
Ese es el gran poema que la limitada inteligencia humana llama
de amor,
venenosa, adicta medicina contra el miedo. Así, sin más
herramientas que mis dedos,
ahondo en la seca tierra, me hundo en donde quise y quisiera estar
y apenas si estuve,
soplo mortífero del viento; rebusco en los vacíos de la
memoria,
lugar siempre deshabitado, lo habito con el aura de pensarte,
desnudando tu imagen,
y así, venido de vírgenes tierras anegadas de sed, te escribo
un poema de amor
quintín alonso méndez
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