(Palabras de la
escritura con el desnudo silencio de la mirada)
Del desértico paisaje en niebla,
húmedo aire del salitre como océano flotando,
al adentrarme en la noche
donde lentamente caen mis ojos
en surcos de borrosas nadas,
como barcaza acercándose
abriendo grieta de luz
brota tu nombre del sueño,
surge como alada ola del agua
cubriendo mi cuerpo vencido.
Al despertar, aún lejos el alba,
desconociendo el origen del motivo
brota tu nombre de mis labios,
surge como alada ola del agua
cubriendo de brisa mis cuerpos heridos.
Ciertamente nunca ha sido más cierta la certeza
de tu íntima corpórea presencia
habitando dentro de mí
(tú sabiendo que desde todas partes,
despierto o en sueños,
te hablo,
te llegue mi voz en la lengua de los signos
imantados racimos de gestos,
te llegue en la lengua de los sentidos)
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