Viaje interminable (38)
Quiero
llorar como lo hace el hierro con la maresía
imán encendido
entre lo que se busca y se teme
desenlace
del fatal destino ¡rompe la ola gime el hierro!
que cada ensalitrada
gota de lágrima horade en la roca
hiera su
pétrea resistencia
débil como
hoja de eucalipto
que se
esparza el orín como mineral polen herido
que sangren
los ojos la mirada que se hunde en las cenizas
que sangre
el agua al resbalar por la piel oxidada
que las
arrugas sean surcos del caudal
lenguas de
fuego del derretido sol desflorando las carnes
quintín alonso méndez
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