Viaje interminable (44)
tarde
encendida en llamas
de las cinco
de la tarde
en un mar
azul de plata hirviente
tu voz trémula
de brisa deshojada
ha avivado
el fuego
se ha subido
una ola a mi cuerpo tendido
es hechizo sabido
del polen de las hadas
que se
desvaría con la fiebre del deseo
como
gaviotas
picotean tus
dientes de agua
depositando
mariposas en la piel sedienta
hilos
líquidos de lenta lava
de sudor y
salitre
resbalan por
los pechos y los vientres
de húmeda
arena gimiente
entrelazada en
el ritual del roce
se hunden
miel de las abejas
en mágico bosque
de helechos y algas
trenzas ebrias
del musgo
se diluyen sedosas
en los labios
de las bocas
ávidas
quintín alonso méndez
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