jorge garcía
Viaje interminable 074
Ruge mar contra
los acantilados,
su procelosa
lengua entre las rocas
lame los
naufragios
El tiempo se
acorta
como la
anchura de un camino largo,
al final
solo se vislumbra un difuso punto oscuro
envuelto en
neblina de horarios.
Ni a la vida
ni a mí nunca nos atrajo acercarnos
al
silencioso vértigo de esa boca profunda,
pero ahí
permanece, inmutable,
como si
paciente destino esperara.
Para no caer
en la tentación de la curiosidad
porque la
ignorancia empuja,
siempre
resultó saludable y satisfactorio
saborear
cada paso del camino que cercano nos envuelve,
acortando la
mirada que lentamente se desvanece,
¡ah, gotas
del tiempo destilándose
por la
lujuria de los sentidos alejándose!
quintín alonso méndez
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