Fue algo silencioso, tuvo un algo de viaje astral, como de
otra dimensión,
inmenso en su luz, hoy a las diez de la mañana, verte pasar
con tu paraguas
de arcoiris, tu flujo de lava, cabellera de fuego, imantando mi
sombra,
tú venías, yo desalojado iba, la luz del aire se hizo latido.
Nada más.
Y ahora entrado en el insomnio de la noche, ya es poema
Temprano se hace tarde
y amanecer oscurece como trémulo silencio
como si tarde se me hiciera
sin todavía caminar la calle y decirte hola
sin nunca palpar el sabor de la dulzura
de la sal
te escribo beso
húmeda lluvia
me regresa a los labios
mientras camino la calle
del sueño buscándote
(escrito a las ocho de la mañana, desalojado de mí, invocándote)
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