Canto Último
Canto V
Esta nada que aprisiona los pájaros del pecho
y hunde sus zarzales en la carne de la tristeza
estos pasos que se encogen porque es el frío de las tinieblas
se encogen los pájaros y se encoge el miedo en su rincón a la
intemperie
se encoge pero se robustece la gruesa espesura de la lluvia que
se alza cayéndose
los pájaros que se recogen y hunden la cabeza dentro de su
abrazo de plumas
la niebla avanza invade el paisaje lo anula todo se cierra el
ánimo como flor nocturna
el ánimo languidece se desgasta pierde luz enfrentado a las
fieras hambrientas
del práctico tiempo oh tiempo que no perdona un torpe tropiezo
inflexible armada la espada del pensamiento en la lógica del
adiós
la desagradable cara humana del mundo sumergida en el ojo que
acecha
la paciencia hace débil y deja ciego al que espera le espesa
la sangre
la verdad habla sin detenerse y sin detenerse sigue su rumbo
solitario
como el árbol al que le confunden la mudez con el movimiento
la tumba del amor es el racimo de uvas que brilla en la noche
donde picotean los pájaros muertos que solo vuelan en lo
invisible
canto último de un planeta vertido en el mar
quintín alonso méndez
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