La piel del verso
Esta tarde me pertenece
solo
sumergido en la tarde que se
amarillea como polen
en el azul del horizonte con piel de
arena
que roza la desnudez del océano
con la suavidad de un gesto de adiós
sentado dentro de ella
en su burbuja de aislamiento
esta tarde me pertenece
lío el cigarro como si mis dedos
estuviesen paseando por algas
llevo la mirada al rincón más ausente
al nunca habitado
no dejo que los pensamientos me
traigan a lo cierto
le abro las jaulas a mis ojos
dejo que se vayan lejos
adonde no se piensa
y los sentidos son mariposas
transparentes
si vuelven
cuando vuelvan
me hablarán de los paisajes
que forman las estrellas con los
planetas
esta tarde me pertenece
si acaba en sonrisa la llevaré a la
cama para que me acompañe
y si acaba en tristeza me llevará a
la cama para que la acompañe
pero bebo de la tarde con la lentitud
de lo que se acaba
no le pido nada
la veo navegar y con ella navego
pez en el aire
pájaro en el agua
no me habla y no le hablo
la oigo latir
oye mis silencios
me envuelvo en su carnalidad de brisa
que se aleja
pero aquí se queda entre los versos
Esta tarde me pertenece
Quintín Alonso Méndez
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