De
Las cuerdas del violín
Variación3
Era un
mediodía de azul, monótono,
era un día
que andaba callado, quizás escondido,
venido de
una noche vencida, callada,
apareciste,
se hizo temblor el azul,
un roce de
mirada,
o fue un
sueño de un roce de mirada,
resquebrajó
el azul, se abrió al aire,
un gesto de parpadeo
de pájaro
besó la
mirada,
el temblor
del azul besó los labios del mediodía,
le
inventaste las alas,
y lo supe,
otra vez lo supe,
no decírtelo
es mi prisión
Quintín Alonso Méndez
Grande es la condena.
ResponderEliminar"Tú justificas mi existencia: si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido" (Luis Cernuda, Los placeres prohibidos)
ResponderEliminarHermosa paradoja.
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