domingo, 21 de abril de 2024

 



Tiempo70




La herida que roe desde los cimientos y va minando las fuerzas, abriendo tristezas de no verte, apenas es una mota de polvo manchada de sangre ante las heridas del mundo. Me fortalezco en los sueños, lugar de mis paseos diarios. Llegaste invadiendo mis arenales desiertos, sin caracolas ni puertos, mis surcos secos, mis bosques sin árboles, mis mareas sin océanos, tú no lo sabes, es cierto, pero sí tus ojos, sí tu mirada venida de los almendros y de la brisa azulenca de las olas entre las rocas negras, cuando me ven solitario en lo alto del silencio, mirándote

quintín alonso méndez

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario