sábado, 16 de junio de 2018

El árbol seco del camino (20)



XX

Atardece con los resplandores delicados de saberte
no cabe la tristeza en la hondura que te habita
oscuridad azul que resbala de tus ojos
y hace noche el sosiego
líquida la estancia de los versos que te buscan
mar la dulzura del salitre que me regresa al beso
escribirte rumor indetenible de las mareas
escribirte la forma curva de la seducida palabra
no estoy en los territorios del cuerpo pero abundo en la materia
descansa en este regazo del musgo y la ausente luna
libera la sirga de los sueños y sueña
abandónate en su lecho de algas
te prometo el canto diario de los pájaros
en cada amanecer que te alce
ah la felicidad! ese néctar inabordable
al que no dejamos de acercarnos
aunque el viento nos arrastre lejos de la costa

quintín alonso méndez



   

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