El silencio te piensa 19
A veces la mente flaquea, se deja llevar por la corriente,
por los fluidos de los sentidos,
el cuerpo tropieza, cae, se arrastra dolorido, en fiebre convaleciente,
venido de la niebla de los espejismos de veranos azules,
se alza tambaleante,
dolores de los huesos en los inviernos, en las carnes de los
sueños.
Son las heridas abiertas donde se anidan inmensos los latidos
que permanecen,
los ensoñados recuerdos de los dulces deseos puramente indecentes,
palpitantes secretos que existencialmente ya pertenecen a la esencia de la vida
que acompañan y sostienen
No verte es la prisión del aire.
La tristeza me envuelve.
La soledad de un dios
quintín alonso méndez



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