Viaje interminable 067
Soy espíritu, mi cuerpo lo sostiene,
andamiaje de huesos
corroyéndose por los efectos del salitre,
de los corrosivos cipreses de los cementerios,
tambaleantes, resquebrajándose, y aun así
sosteniéndome, firmes columnas ancladas en el fango.
De los huesos más fuertes y de los más débiles
torpe y a menudo
erróneo
aprendo hacia dónde caerme, dónde pisar más fuerte,
dónde abandonarme,
cuál es el clima que se aviene a mis dolencias,
qué ventanas cerrar, cuáles dejar abiertas.
Cuando mis huesos en definitivo derrumbe se hagan cenizas,
yo, el espíritu, he de iniciar el aprendizaje del vuelo
a la búsqueda de mi cuerpo
quintín alonso méndez
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