Viaje interminable 020
Los tiempos débiles se me hacen tristes,
como flores cortadas en la orilla de la costa.
Imágenes de la belleza semiocultas en la niebla.
Y el sabor, el sabor que se desprende y asciende del musgo,
envolviéndome en maraña de olvidos y recuerdos,
en lo desconocido inolvidable, muerde y araña como una nostalgia
o como un siempre oculto inacabado deseo de reconstruir las
ruinas
y alzarlas mástiles en vírgenes océanos.
Infinita la débil noche en su estrellada bóveda de plenitud
quintín alonso méndez
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