El árbol seco del camino (28)
XXVIII
la fresca
brisa cuando anochece tiene alas de gaviotas
majestuoso
vuelo de la quietud con bocas de salitre
como la
yerba del rocío así de suave acaricia este momento
el sinónimo
de la tristeza navega por un extraño horizonte
se acerca
con las olas y se aleja con los silencios
siento el
goteo de la hora como remos posados en las aguas
soy el
inquieto el salino oleaje que piensa en tu cuerpo
sentado ante
ti porque tú eres la naturaleza del tiempo
se apoya el
frío en el pecho desnudo
es un pájaro
solitario
lo envuelvo
con mis brazos y así nos quedamos
aquietados
en este lugar del mundo hablando contigo
un golpe de
marea aletea por entre las rocas de la orilla
el mar es
esta casa inmensa donde residen todos los vuelos
navega por
mi sangre la lágrima que le robo a tus ojos
tus besos
son tus besos ah la fresca brisa cuando anochece
es callado
el murmullo de las palabras tejiendo el poema
quintín alonso méndez
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