martes, 31 de enero de 2017


La piel del verso


Hay que dejar que se le baje la fiebre al deseo
a pasos lentos camino un inmenso desierto por la casa
llevando la mente lejos adonde no hay pensamientos
y entonces sí
bajada la fiebre o rendidos los anhelos
me acerco a la baranda con un saludo de vuelta al horizonte
un siglo de peso en la mano
asumiendo el dolor en los huesos
la fatiga de un hambre casi olvidada
noche de estrellas con edad de fruta
frente a mi edad de rama seca de árbol
en medio como orilla sin edad
cientos de violines
son los grillos de la costa aleteando con las olas
la brisa golpea en el rostro y se lleva más lejos la fiebre del deseo
paso la mano por la piel herrumbrosa de la baranda
me pregunto si así se sentirán estos versos al ser rozados por una mirada
áridos secos recorriéndolos el frío de la fiebre que se estremece
frío que me abraza frío que como el arado se hunde en la tierra
así se hunde afilado rasgando la piel que ya no me cubre
que me cubría cuando al principio de los tiempos
vagaba por las veredas de los años gestándose

Quintín Alonso Méndez



viernes, 27 de enero de 2017


La piel del verso

Bajo la llovizna palpo los hilos del agua
canto de pájaro entre los hilos en mi rostro
es dulce la tristeza que resbala por la piel
como si tus dedos tomaran la forma de las lágrimas
un balanceo de las piernas péndulo de la noche
la soledad escarba en las imágenes de la memoria
como un mirlo picotea en la tierra húmeda
brillan las escamas de los charcos debajo de mis pies
pasa fugaz un recuerdo de luna en el océano
llenos los bolsillos mojados de versos desleídos
no he sabido guarecerlos para llevarlos a tus manos
camino por la hora en que la tarde se esconde
el frío me duerme
se hace hueco en mis ropas caladas
me vence el cansancio pero no me detengo
te pienso más fuertemente ahora en que todo es frágil
camino despacio atravesando las cortinas de la lluvia
me alejo de alguna parte para acercarme a lo más lejano
adonde la noche es un desierto bajo el aguacero


Quintín Alonso Méndez



domingo, 22 de enero de 2017


La piel del verso

No sé dónde perdí el tacto de los dedos
la confluencia de la savia con la madera
el latido más íntimo de la inaccesible materia
en qué parte de la húmeda y lejana oscuridad se hundieron
donde fue el naufragio bajando por las venas de la raíz
donde ebrio me llené de olvidos del amanecer cercano
ahí fue la pérdida
donde la voz rota se hizo agua y desmayo
Aún no sé que no hay hora para el regreso
aún no sé que los sentidos se van quedando atrás
enredados en la yedra de lo más desconocido
ahogándose los recuerdos
cada vez más distante y más ajeno el tiempo
veo cómo camina la niebla por el camino
en tus ojos se dibuja la planicie de la lontananza
no veas estas lágrimas que se aferran a tu sonrisa
como el aire solitario a la piel más triste de la roca

Quintín Alonso Méndez




viernes, 13 de enero de 2017


La piel del verso


Piel de verso
entre mis dedos y el aire
a eso aspiran mis versos
a rozar tu piel
como mis dedos el aire

Quintín Alonso Méndez

jueves, 12 de enero de 2017

domingo, 8 de enero de 2017

La piel del verso

Pon la coma aquí
le digo al amor,
entre tú y yo
que haga de muralla que impida la destrucción
la desolación después
aunque un canto de gaviotas
sea el vestido con que se acerquen las olas
disfrazando los temporales de brisas que parecen hechas para detener el tiempo
y para que siempre aun con heridas y dolores sea siempre el mar en calma
pon la coma aquí,
entre tú y yo
que nos sirva para al menos no devorarnos
no destruirnos en los voraces incendios
fugaces de la pasión  
que sea la frontera de cristal intraspasable
el escudo para protegernos de nosotros mismos
que el mágico momento de las miradas atrapándose
enredándose en el descubrimiento
nos ignore y nos aleje
para que tú no demores tu encuentro con las alas
y yo no le encuentre el motivo a la muerte
por eso antes de darme la espalda con esa sonrisa tuya que desarma
que invita a construir la revolución
pon la coma aquí,
entre tú y yo

o ven
derribemos la coma
dibújame la luz


Quintín Alonso Méndez




miércoles, 4 de enero de 2017

La piel del verso

La noche está llena de lóbregos pasadizos
de ninguno de ellos se regresa
hay que mantener el pulso firme del compás
la órbita lunar del cuerpo con la mente
para que ausente permanezca el rostro del equilibrio
pero son los ciegos pasadizos de los días
los que llevan al destierro de los pasadizos nocturnos
es cuando en las horas oscuras del arco del paisaje sin sol
los pensamientos se debilitan
se asemejan a criaturas indefensas
perdidas en el bosque más inhóspito y espeso
así seducen a las enfermas nostalgias de los sentidos
peligra entonces el monótono péndulo del tiempo
se abren grietas en el falso muro de los miedos
por donde se desliza el agua
resbalando sinuosa como agoreras serpientes
¡alerta! entonces se despliega la fugaz estrella que invita a la locura
al secuestro de las esquinas que protegen los órdenes de los ordenados destinos
a esquivar los pasadizos
salir al otro lado
donde tú secuestrada con los ojos del espanto
y donde yo quisiera liberarte
Quintín Alonso Méndez



lunes, 2 de enero de 2017

La piel del verso

En la madrugada, escribo
te pienso
la marea con su cuna de olas
cerca pero tan lejos
mece tus sueños
la orilla resbala por la arena
miro el jolgorio de la espuma
como si de pronto todos los pájaros
fueran blancas hebras de agua
miro los azules ojos cerrados de la noche
pero te miro
tu mirada me atrapa como este  murmullo
nocturno
caminar por tus ojos
es el inaudito regalo de los dioses
Escribo, te pienso
se estremecen los pájaros de agua
en las olas
añoro tu delicada presencia
tan lejos pero tan cerca
que estás aquí
eres la piel del tiempo

Quintín Alonso Méndez